La hermosa arquitectura tradicional de La Alberca brilla con luz propia en la fiesta del Corpus Christi.
Ese día los vecinos se afanan en engalanar (o pulir) balcones y ventanas con colchas, mantones, etc. mostrando bellos bordados serranos. Un crespón negro sobre el paño o colcha bordada indica que la familia está de luto.
Paños en lo alto y tomillo en el suelo, color y aroma. Así se adornan las calles, por las que discurre la procesión con la custodia del Santísimo. El recorrido está jalonado por diversos altares, bellamente decorados con manteles, flores e imágenes del Niño Jesús.