Diversos estudios atestiguan la presencia de asentamientos primitivos en las tierras que configuran el término de linares de RiofrÃo. En el sitio denominado la Macolla se encontraron varias valvas de molde de bronce para fundir hachas de talón con doble anillo. El hallazgo de pinturas rupestres en la solana de la Sierra confirman estos asentamientos prehistóricos. Un castro vetón, asà como varias murallas concéntricas en el Pico Cervero atestiguan la presencia de núcleos prerromanos en la zona.
Una gran laguna histórica difÃcil de descubrir de la época romana nos impide enumerar hechos históricos sobre la misma excepto su situación geográfica que sabemos perteneció a la región romana de lusitania. La repoblación de la zona por Ramón de Borgoña debió afectar escasamente a esta villa y su comarca por las dificultades de crear una gran jurisdicción. Del siglo XII sólo quedan restos que perviven aún en la iglesia parroquial, su capilla mayor hecha de mamposterÃa, de forma semicilÃndrica como ábside y su arco toral que es de medio punto, con impostas y molduras de estilo del siglo XII degenerado. Algunos nombres toponÃmicos nos indican la existencia de algún edificio, como âMata del Castilloâ, donde se asentó un antiguo castillo medieval totalmente desaparecido en la actualidad.
Analizando los rasgos étnicos y otras constantes históricas de los siglos XIV y XV descubrimos que estas sierras debieron albergar gran número de moriscos y judÃos. Diversos enclaves como la âFuente de los JudÃosâ hablan de su existencia; el artesonado mudéjar de la iglesia y varias notas en los libros parroquiales nos hablan de la existencia de cristianos nuevos que serÃan antiguos conversos. Ya en el año 1850, una descripción de Linares nos dice que «tiene una extensión de una legua de norte a sur y 3/4 de legua de este a oeste. La villa está formada por unas 300 casas de mala construcción. Tiene Ayuntamiento, escuela, iglesia y hay cinco fuentes para uso de sus vecinos. El terreno es pedregoso y malo, está dividido en pequeñas porciones, los árboles que abundan son castaños, robles y pinos. Los habitantes viven sobre todo de la agricultura y también del lino, las patatas, las fresas y las legumbres». La historia de los siglos XIX y XX sitúa a Linares como un pueblo que ha ido evolucionando siguiendo las actividades generadoras de riqueza y configurándose en el pueblo moderno y funcional que hoy es.
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