Las fiestas del Cristo concluyen durante la noche en la localidad serrana.
Tras los primeros acordes musicales, se llega al descanso de la orquesta invitada, y en ese momento es cuando se realiza esta peculiar tradició: El Entierro del Anisete.
En esta ceremonia se canta y reza una canción con estrofas, haciendo referencia a todas las peñas del pueblo.
También se interpreta una saeta alusiva a las Fiestas del Cristo.
Se finaliza brindando con anisete, repartido por los mayordomos, que acompañan con dulces y bailando en torno al féretro de la botella de anisete.
Muchos de los participantes lucían en su indumentaria un luto riguroso y algunas mujeres lloraban emulando a las populares plañideras.